El poder de las rubias

Que nadie se lleve a engaño; para gustos los colores y a mí, personalmente, me gustan todas; morenas, castañas y pelirrojas, pero la palma se la llevan las rubias. No lo digo yo, lo dicen los científicos británicos y japoneses: La debilidad de los hombres por las mujeres rubias se remonta a más de 11.000 años, desde la época de las cavernas.

¿Eugenesia? ¿Cromatismo? ¿Locuras neonazis? No. Al parecer, el éxito de las rubias tiene una explicación científica.

De acuerdo con las investigaciones realizadas en las universidades de St. Andrews y Central de Lancashire, publicadas en el periódico “Times” y en la revista "Evolution and Human Behavior", esta preferencia encuentra su lógica en el proceso evolutivo del Hombre:

Dice este estudio que el pelo rubio y los ojos azules fueron fruto de una mutación genética que se produjo entre las mujeres del norte de Europa a finales de la edad de hielo debido a dos factores: la escasez de alimentos y de hombres. Las duras condiciones de esa zona en esa época para la subsistencia por la falta de alimentos, llevó a que los hombres de las tribus se afanaran en la caza de grandes bestias, empresa en las que muchos perdían la vida. La significativa merma población masculina y el desproporcionado número de mujeres generó, tal y como señala el antropólogo canadiense, Peter Frost, director del estudio, "una fuerte presión en la selección sexual", a lo que añade que "un posible resultado de ello fue la aparición de colores poco habituales en los cabellos".

Por su parte, el Profesor Manning, de la universidad Central de Lancashire, plantea que probablemente eso explique el motivo por el cual "los colores del pelo y los ojos son más bien uniformes en otras partes del mundo, mientras que en Europa hay muchas variaciones".

En conclusión, este estudio viene a demostrar dos cosas: que las rubias gustan más y que los hombres hemos cambiado muy poco desde que vivíamos en las cavernas.