BLOG DE PUBLICACIÓN ESPORÁDICA SOBRE CÓCTELES, PUROS, POKER, MUJERES Y TODO LO QUE REALMENTE DEBEN SABER LOS HOMBRES. SIN MARICONADAS METROSEXUALES. CON HUMOR, IRONÍA Y ESTILO.


6/09/2009

Remangarse la camisa.

Con el calor que hace estos días, ya es hora de  remangarse la camisa.

Remangarse, que no “arremangarse”.

“Arremangarse” no existe y debe ser excluido de nuestro vocabulario; Se “arremangan” los que toman de postre “malacatones” después de un buen plato de “cocretas”.  

Pero peor que “arremangarse” la camisa es no tener mangas que “arremangarse” por usar camisa de manga corta. Señores, el que lleve camisa de manga corta merece la pena capital. Me da igual lo que digan Ralph Lauren, Armani, Tommy Hilfiger o el Santo Padre de Roma; Quien quiera que lleve camisa de manga corta merece ser fusilado al amanecer. Los tío de verdad no llevan camisa de manga corta. ¿Por qué? Por el mismo motivo por el que no bailan ni lloran; Porque NO.

Aclarado esto, expliquemos como se remanga una camisa con elegancia.

Parece algo sencillo, pero no siempre se hace bien; si la camisa tiene puño de botón se debe hacer en dos pasos, primero se doblará el puño y después se hará otro dobladillo hacia arriba igual que el del puño. Si se trata de una camisa de puño doble se puede hacer como se ha indicado o haciendo incluso un tercer dobladillo menor, ya que de lo contrario puede quedar éste excesivamente suelto, eso si, siempre que no quede la manga excesivamente corta. La regla estética fundamental es que nunca se debe remangar una camisa hasta el bíceps; como máximo y sólo en caso de extremo calor; hasta el codo, pero salvo ese caso, el remangue siempre se realiza hasta el antebrazo.

Una camisa bien remangada conduce al éxito. Se lo dije a Obama y me dio la razón...

No hay comentarios: