Las autoridades sanitarias parecen empeñarse en tocar los cojones a los funadores; ya no sólo van a acompañar a las cajetillas de tabaco con los preceptivos avisos de "Fumar mata" y "Fumar jode tu esperma", sino que además van a empezar a poner fotitos de cánceres bucales masivos, de dientes podridos o de niños malformados por haber fumado durante el embarazo.
Joder, que fumar es peor que meter los cojones en la batidora.
¿Como arreglamos esto? Con un poco de estilo. Compra tu tabaco, manda la cajetilla a tomar viento y guarda los cigarrillos en una cómoda pitillera. No pesan, caben en cualquier bolsillo (mucho mejor que la cajetilla en sí), las hay de todos los gustos y colores, lisas o temáticas, personalizadas y de todos los precios. Es un regalo perfecto, un toque de calidad y distinción y un descanso a la vista que te permite disfrutar de un cigarrillo sin sentirte como un violador de ancianitas. Toda una inversión, lo garantizo.
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