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2/01/2009

EL ARTE DE INSULTAR

A la hora de insultar, como a la hora de comer, es cuando se marca la diferencia entre los hombres y los HOMBRES...

Un hombre cualquiera, españolito de a pie entregado a sus quehaceres, cuando alguien le toca los huevos se arranca con los típicos insultos de "gilipollas", "capullo", "maricón" en un auténtico alarde de falta de originalidad e imaginación. Sin embargo, con los HOMBRES, el insulto supone todo un proceso en el que distinguimos dos fases: Primero, el HOMBRE en cuestión aguanta y se refrena ante la inclemencia con numantino esfuerzo por mantener su temple y no perder los nervios; Segundo es cuando un hombre estalla. Aquí no hay vuelta atrás. Porque cuando los HOMBRES insultan lo hacen con arte.

Para insultar bien, hay que hacer dos cosas:

- ser original: es durante ese primer periodo de mantenimiento de los nervios cuando se aprovecha para pensar qué es lo que se va a decir.

- decirlo todo de corrido, de tal manera que el insulto sea un bombardeo que anule la reacción del insultado.

Para insultar con originalidad no podemos recurrir a los insultos tradicionales; hay que echarle imaginación y  elegancia: mamón, pagafantas, julai, muerdealmohadas, marica de playa, marica de feria, tragatrancas, brincacepas,  chulo, matón de esquina...son solo algunos ejemplos de insulto elegante.

Pero la verdadera originalidad reside en el insulto con predicado; frases efectivas que forman parte del acervo español en este hermoso arte: 

"Eres tonto desde que estabas en los huevos de tu padre"
"Te voy a cortar la cabeza a la altura de los tobillos"
"Follas menos que el caballo de un retratista"
"No eres más tonto porque no madrugas"
"Eres mas feo que una polla asomá por la ventana"
" A ti no te parieron, te cagaron"
"Te parieron a pedos"
"Tienes la cara como el culo, que no se sabe si vas o vienes"
"Haz como que te tropiezas y me comes la polla"
"Te daba dos medallas; una por gilipollas y otra por si la pierdes"
"Con menos culo también se caga, so gorda"

El insulto perfecto, no obtante, reside en una armónica combinación de ambas formas, cuanto más larga mejor. Un ejemplo:  

"¡¡Me cago en todos tus muertos desde lo alto de los cuernos de tu putísima madre, mamonazo, desgraciado, que te voy a dar de ostias hasta que tengas la cara como el culo, que no se sepa si vas o vienes,  tragatrancas!!"

Como se puede comprobar, cuesta incluso decirlo sin tomar aire. Cuanto más largo, mejor.

El insulto es una arte. Cuando se oye un insulto original, freso y espontáneo nadie puede reprimir esbozar una sonrisa y reconocer el mérito de su invención.

Así que, cuando te toquen mucho los huevos, huye de la vulgaridad de los insultos manidos y no dejes de demostrar que eres un artista. 



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